Pero aparte de leyendas, hay otros valores únicos y contrastables por lo éste espacio extraordinario ha sido reconocido como Reserva de la Biosfera por las Naciones Unidas, Parque Nacional por el Estado Español y Parque Natural por la Administración Autonómica andaluza, si bien no son exactamente coincidentes los territorios que reciben estas distintas denominaciones. Aquí se encuentra la mayor concentración de aves de Europa, por ser punto de partida para las aves migratorias que pasan desde el viejo continente a África. A las aves le acompaña una fauna riquísima en la que no faltan los depredadores.
Sobre Doñana revoltean flamencos, espátulas, garzas, cigüeñas, urracas, ánsares, patos cuchara; pequeñas aves como la perdiz, el petirrojo, el avefría; aves acuáticas como el somormujo lavanco, el martín pescador y el zampullín; lechuzas, milanos, halcones, águilas culebreras y majestuosas águilas imperiales que encuentran una fuente inagotable de alimento entre tantas especies.
En tierra los pequeños mamíferos, como la liebre, el conejo y el tejón tratan de esquivar al lince ibérico (uno de los felinos más amenazados de extinción en el mundo) que puede estar agazapado entre los matorrales, y al diligente zorro que busca incansable a cualquier pequeña presa. Los ciervos presurosos se alejan del peligro a la más mínima señal mientras el poderoso jabalí huye o planta cara según sea la situación.